Distribución y almacenamiento

El almacenamiento y la distribución de la mercancía son procesos que están vinculados y cuya finalidad es la de reducir costes. Por un lado, el almacenamiento busca la manera más efectiva de organizar todos los productos que le llegan de la manera más eficiente posible. Para ello, se utilizan dinámicas y diferentes clasificaciones de almacenaje de mercancías.

Por otro lado, encontramos la distribución. La distribución realiza una función de reponedor de stock para los negocios con los que trabaja.

A través de ambos procesos, se busca anticipar la demanda de los clientes finales y no producir un exceso de stock, al mismo tiempo que se emplea el menor tiempo posible.

Se trata de procesos complejos que suponen ventajas económicas para los clientes. A continuación, os explicamos con más detalle las características de cada uno de estos procesos y las ventajas que suponen estos servicios y las ventajas para los clientes que los contratan.

Una parte fundamental del traslado de mercancías es el almacenamiento y distribución de las mismas. Ambos procesos pueden ayudar a nuestros clientes a reducir el tiempo y los costes de su cadena de distribución. Además, también es una herramienta favorable para ajustar el proceso de producción de los diferentes productos.

El almacenamiento de mercancías surgió ante la necesidad permanente de reducir los costes. En concreto, este proceso se orienta a la organización del transporte desde la fábrica hasta el destinatario final.

Se trata de un servicio que ofrece diferentes ventajas, a parte de la reducción de costes ya mencionada con anterioridad. El almacenamiento consiste en la clasificación de la mercancía en un determinado espacio. Normalmente, los almacenes se sitúan cerca de fábricas de producción, en la periferia. Por lo tanto, resulta difícil encontrar estos espacios en el centro de las ciudades.

Estas ventajas no son solo la reducción de los costes internos de la entrega, sino también la posibilidad de pagar los aranceles aduaneros antes de la entrega al destino final o el uso de las propias instalaciones de almacenamiento para los productos de entrega local.