Distribución y almacenamiento

  1. Como parte del proceso logístico, el almacenaje consiste en el manejo temporal de insumos o mercancías, manteniéndolos bajo control en un determinado espacio para evitar su deterioro y reducir los desperdicios.

Las necesidades de almacenamiento dependerán del giro y recursos de la empresa, pero de manera general se pueden satisfacer a través de los diferentes tipos de almacenes en logística como son:

Almacenes generales. Cubren el almacenaje de cualquier tipo de mercancía que no esté bajo una normativa de almacenamiento.

Almacenes especializados. Cuentan con registro sanitario (para productos perecederos) o permisos para manejar mercancías peligrosas (productos inflamables, corrosivos o tóxicos).

Depósitos aduaneros. Se trata de almacenes autorizados por las autoridades de servicios aduanales para actuar como almacenes generales de depósito en operaciones de importación.

Centros de distribución (cedis). Dentro de la cadena de suministro, estos almacenes manejan grandes cantidades de inventarios en alta rotación, en un período corto de tiempo y en su mayoría de revendedores o minoristas.

Distribución

Para lograr un alto grado de eficiencia, este proceso exige una serie de gastos operativos que deben reducirse a los niveles mínimos posibles. Así, las empresas pueden utilizar tres tipos de cadenas de distribución:

Cadena directa. Distribución sin intermediarios de los productos, de los almacenes del fabricante al hogar del consumidor.

Cadena corta. Los productos van de la fábrica a manos de un intermediario, que se ocupa de comercializarlo al consumidor. Así son la mayoría de las tiendas minoristas (retail).

Cadena larga: Pueden participar varios intermediarios, como mayoristas o distribuidores.

Por otro lado, existen cuatro modelos de distribución donde, dependiendo de factores como ubicación geográfica, requerimientos técnicos o urgencia del suministro, las empresas adoptan una infraestructura y una o varias estrategias definidas para hacer llegar sus productos al mercado. Estos modelos son:

Modelo descentralizado. Los productos se distribuyen de un almacén regulador a delegaciones que se encargan de distribuir en una zona específica. Es el más utilizado por los fabricantes pero también el que implica mayores costos de infraestructura.

Modelo descentralizado. La empresa planifica sus propias rutas y vehículos de distribución. Requiere más tecnologías de navegación y vías optimizadas (carreteras, autopistas).

Cross-docking. Se reemplazan las delegaciones por sitios de recepción y reexpedición de mercancías del fabricante al distribuidor en plataformas de carga/descarga (cross-dock). Evitan el requisito de almacenaje y aceleran el flujo al punto de venta.

Plataformas de consolidación. Se trata de cedis o proveedores de servicios logísticos con almacenes propios que distribuyen productos de diferentes fabricantes.

Finalmente, cuando existen procesos de distribución internacional de mercancías entran en juego diferentes modos de transporte (terrestre, marítimo, aéreo, multimodal) cuyos costos dependerán, además de las distancias, del tipo y la naturaleza de la carga (a granel, frágil, peligrosa, etc.).

Por eso, aquí le ofrecemos 4 claves para un diseño exitoso de la red de almacenaje y distribución de su negocio:

  1. Reducción de costos

El almacenamiento y la gestión de inventarios son gastos añadidos que pueden ser compensados por costos más bajos, obtenidos gracias a eficiencias en las áreas de suministros y transporte.

Para ello, puede apoyarse en un proveedor de servicios logísticos, almacenaje y distribución con las capacidades técnicas y de instalaciones, equipo y personal, a fin de diseñar una estrategia logística que le ayude a aumentar la rentabilidad de su manejo de almacén con soluciones como cross-docking, servicio de distribución dedicado y multi-clientes e inspección de producto.

  1. Coordinación de suministro y demanda

Las empresas con productos altamente estacionales tienen el problema de coordinar la oferta con la demanda de forma precisa y constante, esto con el fin de evitar la acumulación de inventarios.

Sin embargo, cuando esta logística de suministro se hace demasiado costosa, la solución es el almacenamiento. Por lo general, existen varios métodos para determinar si su empresa requiere rentar una bodega.

Adicionalmente, los costos de mercancías e insumos siempre pueden reducirse con la búsqueda de proveedores y la negociación de mejores precios, dos áreas en las que una comercializadora experta en comercio exterior puede serle de gran ayuda.

  1. Necesidades de producción y comercialización

La fabricación de ciertos productos requiere tiempo para consolidarse, por lo que el almacenaje y distribución puede ser parte del proceso de producción.

Además, los modelos de abastecimiento y tipos de almacenes no sólo sirven para mantener el flujo de suministros durante la manufactura, sino también le permiten asegurar las mercancías hasta el momento de su venta –como en el caso de productos gravados y el depósito fiscal.

  1. Consideraciones de marketing

Comúnmente, el marketing se ocupa de determinar la rapidez con la que debe de estar disponible su producto en el mercado. Al almacenar sus inventarios cerca del usuario final, su empresa puede reducir las demoras en tiempos de reparto, y así cumplir con las promesas vertidas en campañas de promoción y posicionamiento.